miércoles 21 junio, 2023

Benjamín Herrera, el Gigante de Pinte

Aunque no hay certeza exacta de la fecha de su nacimiento, se cree que debió haber ocurrido a fines del siglo XIX. Tampoco se sabe con seguridad el día, aunque según algunos artículos podría rondar entre el 15 o el 16 de abril. Por su parte, su nombre también ha sido mencionado de diferentes maneras. Sin embargo, hoy en día se tiene certeza debido a una fotografía postal de la época que lo retrata y revela su verdadero nombre: Benjamín Herrera Campillay.

Hijo de Eliodoro Herrera y Delfia Campillay, humildes artesanos de ascendencia diaguita. Su vida transcurría tranquila como cualquier otro niño de las zonas rurales. Todo cambió al comenzar su pubertad, cuando desarrolló un síndrome llamado «Acromegalia« que provoca que las manos, los pies, la cabeza y la cara crezcan más de lo normal, llegando a medir con el tiempo dos metros treinta y cinco centímetros.

Las características físicas de Benjamín hacían imposible el uso de ropa y calzado estándar. Por esta razón, su madre y hermanas se encargaban de fabricarle ojotas (1) de cuero para sus pies, y sus vestimentas eran confeccionadas con sacos o grandes pedazos de tela. Una característica particular era que siempre se cubría la cabeza con un sombrero de paja.

Como todas las cosas que rodean esta historia, su lugar de nacimiento igualmente es una incógnita. Algunos afirman que nació en Chiringuito, lo cierto y fundamental es que su vida transcurrió en un mismo sector: principalmente en Alto del Carmen, La Jarilla y Pinte. También se cuenta que bajaba ocasionalmente a Vallenar, donde atraía las miradas de toda la ciudad.

En mayo de 1913, fue presentado como una atracción después de una función de cine en beneficio del Hospital Nicolás Naranjo. En aquella ocasión, fue nombrado como el «Gigante Herrera».

La creencia popular afirmaba que Benjamín podía levantar a un hombre con cada brazo, o derribar a un burro con un solo golpe de puño. Pero en realidad, Benjamín era una persona retraída y débil debido a su condición física.

Su enfermedad, sumada a una mala alimentación, lo fue debilitando. Poco a poco se recluyó hasta que no pudo levantarse más de su cama. La medicina de esa época no pudo hacer nada por él. Es así como el joven Benjamín falleció en Vallenar a los 25 años de edad en el año 1920.

Su sepultura se encuentra en el Cementerio General de Vallenar, en el patio Nº1, pasillo 2. Desde 2018, gracias a una iniciativa cultural de la comunidad, es posible ver junto a su tumba una figura de acero a escala real que inmortaliza su figura.

(1) Ojota: Calzado campesino que consta de una gruesa suela, generalmente hecha del recorte de un neumático, y un par de tiras de cuero u otro material.

 

Autor/Fuente
Mantenedor de midulcepatria.cl, sitio abocado en rescatar y fomentar la cultura intelectual y popular, así como dar a conocer las diferentes tradiciones de Chile. Humberto Muñoz Evangelisti
separa_entrada