martes 2 diciembre, 2008
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Zuñiga, un pueblo del pasado

Zuñiga, un pueblo del pasado

Llegar a Zuñiga es ingresar por una túnel del tiempo, y pareciera verdad ya que se accede al pueblo por una arboleda en la que las copas de los arboles de un lado se entremezclan con las similares de en frente. Su magia se siente de inmediato, pues se mezclan la paz pueblerina, la bellezay armonía de sus construcciones, la limpieza de sus calles justo con lo prístino de su gente y el paisaje.

El Pueblo fue decalarado Monumento Nacional y de inmediato se puso en marcha un plan de rescate de los edificios por parte de los vecinos que por lo cierto mantienen de forma pulcra y ordenada sus construcciones y especialmente el aseo del lugar (un ejemplo para los Santiaguinos).

Su nombre recuerda al presbítero Antonio de Zuñiga, quien preocupado por el abandono en que se encontraban los feligreses de Toquigua solicita la construcción de una capilla, establecida en conformidad con la cédula de Carlos III en 1765 pasa a ser denominada “la capilla del cura Zuñiga” nombre que ya aparece consolidado como “Lo Zuñiga” en documentos de 1839.

Ubicado 15 km al norte de San Vicente de Tagua Tagua, en la comuna del mismo nombre, el Pueblo de Zúñiga es un asentamiento representativo de la evolución histórica de las comunidades rurales de la zona central de Chile. Hoy en día pertenece a la Municipalidad de San Vivente pero otrora tuvo su propia organización comunal en un hermosos edificio que lamentablemente hoy en día y pese a los esfuerzos está en ruinas, pero en su esqueleto muestra la huellas de un gran pasado.

Hoy el pueblo según nos comentan es un pueblo de viejos pues los jóvenes se van a estudiar fuera y pocos son los que vuelven ya que la principal actividad económica es la agricultura. Una anecdota que nos comentan es que es tan tranquilo la vida que los carabineros para justificar su trabajo una vez al año van a los negocios a infraccionar a los propietarios inventando cualquier excusa, a esto ellos lo llaman el “parte anual”.

En su época de apogeo —a mediados del siglo XIX— fue edificado en torno a la calle principal y a dos callejones secundarios; y sus viviendas conservan hasta hoy, una expresión estética serena y simple, en armonía con el paisaje.

La estructura urbana se desarrolla en torno a su calle principal y sus edificios se enmarcan a las formas típicas de arquitectura tradicional chilena, con construcciones de fachada contínua de expresión simple, predominando el adobe y la teja como elementos fundamentales.

El Pueblo de Zúñiga fue declarado Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica o pintoresca mediante DE 26 del 11 de enero de 2005.

CASA LISBOA

Lía Bravo Lisboa es hoy la dueña de esta casona; la tiene a la venta. La gente sueña con que un organismo gubernamental la compre para hacerla Corporación Cultural. Restaurarla costaría 200 millones de pesos.

Hacia 1850 llega a Zúñiga la familia Lisboa Huerta, que había adquirido una propiedad de aproximadamente 6 cuadras. Su solvente situación económica y su interés por el progreso del lugar hacen de don Ramón Lisboa Muñoz el principal impulsor del crecimiento y desarrollo de Zúniga, tarea en que lo suceden sus hijosLuis Antonio, Francisco y Genaro entre otros. La construcción de la casa de la familia Lisboa (…) es la muestra de la voluntad y del anhelo de promoción de don Ramón Lisboa. Hacia 1885 parte de la familia Lisboa emigró de Zúñiga y siendo don Luis Antonio notario en Peumo. Al año siguiente se desata una epidemia de cólera en el país que se prolonga hasta 1888. En la región del Cachapoal que constaba con 21.693 habitantes, 682 mueren durante la epidemia y es Zúñiga quien acoge a los enfermos en un lazareto establecido por los hermanos Francisco y Genaro Lisboa, presbítero y médico respectivamente.

Varias otras edificaciones esperan sumarse, como la casa de Ramón Lisboa, una de las más antiguas, de 1850, que está en franco deterioro. Las galerías porticadas en sus dos plantas y el detalle de sus capiteles llamó la atención del conocido sacerdote benedictino, arquitecto e historiador, padre Gabriel Guarda, quien ha levantado voces para defenderla por su valor. La comunidad busca fondos para arreglarla y traspasarla para sede cultural.

Galería
Autor/Fuente
MiDulcePatria - Bello Sandalio
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