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El Último Ramal

Habíamos escuchado muchas historias sobre el mítico “último Ramal”, así que partimos a conocerlo.El periplo comenzó en un rinconcito de la estación de Talca, allí parado estaba nuestro tren. La verdad que verlo ya nos sorprende. Su estructura comprende 2 vagones, en el primero está la cabina del maquinista o chofer junto a asientos para pasajeros a uno y otro lado de un pasillo central y el segundo carro es solamente para pasajeros.
Subimos al Buscarril Ferrostaal alrededor de las 15:00 hrs. Sentándonos justo tras del chofer. La máquina no es un tren como uno se imagina, sino que es impulsado por un motor diesel ( actualmente de origen japonés).

Al salir de la estación nos llaman la atención 2 cosas, la primera es que existe solamente una vía (¿como lo hace el tren que viene de Constitución y que sale a la misma hora desde esa Ciudad?) y el vaivén que nos acompañará todo el viaje.La línea se dirige al sur unos 5 kilómetros para luego enfilar hacia el poniente. El paisaje es bello, aunque está nublado y unos goterones pronostican mal tiempo.

Más adelante llegamos a la primera estación “Colín” y Luego cruzamos el primero de los puentes metálicos que cruza el río Claro que al unirse al río Loncomilla forma al gran río Maule. Aquí nos encontramos con una gran sorpresa, la gente hace parar al tren entre estaciones como si hiciera parar una micro.

La mitad del camino es la Estación González Bastías (antiguo pueblo llamado Infiernillo y que cambió su nombre a comienzos de los 60 en honor a Jorge Bastías González gran poeta nacido en estas tierras). Acá la maquina para, la línea férrea se bifurca unos cuantos metros y descubrimos que tenemos que esperar al tren que viene desde Constitución, sólo así podremos seguir camino a nuestro destino. Mientras tanto nos comemos unas tortillas.

Retomamos el camino sondeando grandes curvas, recovecos, pasamos por un túnel que la rebelde geografía obligó a construir y al acercarnos a la costa la vegetación caprichosa y abundante abre camino sólo al tren formando unos impresionantes pasillos.

A poco de llegar a llegar a “Conti” cruzamos el río Maule por medio del Puente Bancoarena construído en la década de 1940. Antes de eso el tren llegaba hasta ese lugar y a través un tornamesa se invertían las locomotoras para volver a Talca. De aquí hasta Constitución la gente se debía trasladar en botes y lanchas.

La llegada a la estación Terminal nos encontró ya de noche, llovía, había sido un viaje inolvidable, el trayecto había sido largo pero la experiencia lo vale. Actualmente el ramal es subsidiado por el gobierno pues los pueblos que éste buscarril une no tienen acceso por carretera y su única vía de comunicación es la que le da la éste medio de transporte.

Un Poco de Historia

Se encargó su construcción a la North and South American Company, y ésta se inició en 1889, durante el gobierno de José Manuel Balmaceda. Fue inaugurado su primer tramo en el año 1892, entre las estaciones de Talca y Curtiduría. Luego, se prosiguió lentamente hasta la ribera norte del río Maule, frente a Constitución, en el sector de Banco de Arena donde se estableció la primera estación, en 1902. Desde aquí las personas cruzaban el río en botes hasta la otra orilla, donde se abordaba otro convoy, o en vapores que desembarcaban en el muelle fiscal de Constitución. En dicho sector, se establecieron pobladores que dieron vida al sector.

Ésta fue la estación durante 13 años, ya que en 1915 se inauguró la actual estación de Constitución, con la construcción del Puente Banco de Arena, la cual fue costosa y problemática, y que cobró muchas vidas de maulinos.

El recorrido seguía a la costa, hacia los llamados Baños de agua de mar, y hacia el camino hacia dónde se encuentra instalada (en medio de la playa) la planta de celulosa Celco.

Para llegar a la planta de celulosa, los trenes debían recorrer el trazado tendido por las calles de Constitución, situación que fue prohibida por la Municipalidad. Así se dejó la vía a favor del transporte camionero, situación ante la cual EFE y su filial FEPASA no apelaron con mayor fuerza, por lo que se paralizó definitivamente el servicio de carga.

El día 25 de mayo de 2007, fue declarado Monumento Nacional (MN), lo que significará que será patrimonio y no podrá ser levantado.