lunes 15 diciembre, 2008
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El Monstruo de Tagua Tagua

La leyenda del engendro es poco conocida incluso para los vecinos de San Vicente, en la VI Región, pero el hallazgo les devuelve un pedazo de su historia.

La horripilante criatura del grabado que acompaña este artículo es el poco conocido monstruo de la Laguna de Tagua Tagua, personaje de una leyenda que ni los propios vecinos de San Vicente, en la VI Región, han oído hablar.

De indescriptible aspecto, el engendro fue relegado al olvido durante más de dos siglos hasta que dos investigadores españoles descubrieron el dibujo entre miles de documentos de la Biblioteca Nacional de Madrid. Así, el grabado anónimo hecho en Chile en 1784 se transformó en la portada de la exposición «Monstruos y otros seres imaginarios» que se efectuó hace varios meses en la capital hispana con indiscutible éxito de público.

La figura alada, con dos colas, coraza de escamas y rostro humano tuvo una merecida presencia entre cerca de 200 imágenes, igual de irreales, muchas de pertenecientes a artistas como Goya, Durero, Ribera, Brueghel, Holbein, Picart y Kircher. También se exhibieron láminas extraídas de clásicos de la literatura y de textos científicos en su mayoría de los ss. XV y XVIII.      Bajo el dibujo del monstruo, auténtica joya bibliográfica, se puede leer que apareció a comienzos de 1784 en la estancia de don Próspero Elso y que «hacía muchísimo daño comiendo cuanto animal iba a beber a la laguna, hasta que con mucho silencio le esperaron 100 hombres con bocas de fuego y lo cogieron vivo».

La descripción que sigue es increíblemente minuciosa: «tiene tres varas y media de largo y la cola es mucho mayor que el cuerpo; las piernas tienen cerca de un cuarto, pero las uñas son mucho mayores; la melena de la cabeza llega hasta el suelo, de modo que se le enreda a los pies. La cola superior la juega con mucha liga y adonde quiere, sirviéndole de mano para asir la presa; los dientes son de 30 centímetros de largo y la boca es del ancho de la cara; las astas son de una vara y media muy bientorneadas y finalmente las orejas de tres cuartos de largo». Pero he aquí lo más curioso: se da una dirección para poder ir a verlo; calle de Carretas Nº 8.

Para algunos vecinos de San Vicente de Tagua Tagua la leyenda que dió origen al monstruo era, posiblemente, el reflejo de los temores, las pesadillas y las angustias de los habitantes de la época. Después de todo, no era la primera vez que se sospechaba de la existencia de fantásticos seres en la zona. Y a veces con razón. Allí, donde terminaba el imperio Inca, se han encontrado restos de 14 mastodontes de hace 11 mil años, lo que convierte a San Vicente en uno de los sitios más ricos de América para la Arqueologia actual. Sin embargo, nadie imaginaba que el último descubrimiento iba a ser un ser imposible olvidado a miles de kilómetros al norte, en la Biblioteca Nacional de Madrid.

El origen de la pesadilla

En San Vicente de Tagua Tagua, recuerdan que en la Laguna de Tagua Tagua, drenada en la segunda mitad del s. XIX, eran característicos los chivines: islotes flotantes formados por una tupida y firme red de raíces, tan resistentes que hasta podían soportar el peso de un caballo. Engañados por el gran tamaño de algunos chivines, el ganado se subía a ellos para pastar y pronto se daba cuenta de que el islote había sido llevado por la corriente sin poder escapar. Así nació la leyenda entre los lugareños de un monstruo que arrastraba las reses laguna adentro. Incluso, se organizaban grupos de cazadores para atraparlo. Tras encontrarse la lámina en España, el monstruo compite ahora, de igual a igual, con otros fantásticos seres mitológicos del territorio nacional.

Autor/Fuente
Gazi Jalil F. La Tercera (Santiago) - Domingo, 13 enero 2002, pg.18.
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