El Huique, llamada la hacienda de los presidentes
Constituye uno de los sitios históricos mas valiosos y mejor conservados del ordenamiento estamental de la sociedad rural chilena que configuró la Hacienda. Una estructura determinada por patrones, inquilinos y peones, que operó desde antes de la creación de la república hasta la segunda mitad del siglo XX. Hoy convertida en museo, manteniendo su arquitectura y mobiliario original, es un interesante panorama si se anda en el valle de Santa Cruz.
La agricultura constituyó la base económica del país en el siglo XIX, representando «la hacienda» el centro de la estructura social. El núcleo de ésta lo constituía el conjunto arquitectónico de las casas, lugar de organización de todas las actividades de la hacienda. Alrededor de la casa principal o patronal se ubicaban las viviendas de los inquilinos, la lechería, la escuela, entre otras construcciones. Éste lugar albergaba a centenares de personas conformando un centro de producción agrícola y ganadero.
La hacienda «San José del Carmen de El Huique» tiene sus orígenes en la gran hacienda «Larmagüe», que abarcaba 30.000 hectáreas, enmarcadas entre los ríos Cachapoal y Tinguiririca. El fundo Lamargüe era propiedad de doña María Paula Mercedes de Lecaros y Lecaros, casada con don Pedro Gregorio de Echenique, Coronel de los Reales Ejércitos. Ambos formaron una verdadera dinastía que mantuvo la propiedad por seis generaciones. «Lamargüe» fue dividida entre los hijos de don Pedro. «El Huique» para don Miguel de Echenique y Lecharos y «Almahue» para su hermano Antonio. La casa patronal que hoy se puede visitar, fue constituída a principios del siglo XIX cuando don Miguel dividió sus tierras en partes iguales para cada uno de sus tres hijos varones. El menor de ellos don Juan José Echenique y bascuñan recibió su propiedad bautizando la hacienda con el nombre de «San José del Carmen de El Huique». Inmediatamente comenzó la construcción de la casa en 1829, llegando a alcanzar los 20.000 metros cuadrados, entre patios y dependencias.
La hija de don Juan José, doña Gertrudis Echenique y Mujica, herederó todos sus bienes y contrajo matrimonio con su vecino de la «hacienda de Colchagua», don Federico Errazuriz Echaurren, Presidente de Chile entre 1896 y 1901 e hijo del también ex Presidente de Chile don Federico Errazuriz Zañartu (1871 – 1876). De los cuatro hijos que tuvo la pareja sólo sobrevivió doña Elena Errazuriz Echenique, quedando como única heredera de los bienes de sus padres.
Al fallecer doña Elena en 1966, pidió a sus hijos en testamento que conservaran El Huique y sus tradiciones. Respetuosos de los deseos de su madre y siendo ya imposible mantener el total de la hacienda, luego de su división como consecuencia de la reforma agraria en 1967, los hermanos decidieron traspasar al Ejército de Chile en 1975, la parte de la propiedad que no había sido expropiada. Desde entonces se ha mantenido una constante labor de conservación para abrir sus puertas al público en 1996, como Museo Histórico Costumbrista y Agrícola.
Entre las particularidades de la hacienda en su época de oro, ésta contaba con adelantos técnologios como luz eléctrica y teléfono. También cuando don Federico Errazuriz Echaurren contrajo matrimonio con doña Gertrudis en el afán de unir su hacienda con la de ella mandó construir un puente sobre el río Tinguiririca. El puente llegó a ser famoso y conocido hasta hoy como «El Puente Tapado», por ser el único puente techado de la zona en su época. Además dicho puente unía por medio de un camino público las haciendas con la «Estación Colchagua» (Monumento Histórico Nacional) para hacer más expedito el tránsito de productos agrícolas.
La iglesia de la hacienda fue construída entre 1829 y 1852 aproximadamente, posee un campanil de 23 metros de altura. En su interior guarda valiosas colecciones de arte religioso, ubicadas a lo largo de la nave central de cielo abovedado, pintado a mano. Sobresale el altar mayor, altar lateral y el púlpito, bellamente tallados y ornamentados con pan de oro y marmoleado, una característica especial son sus balaustros de cristal en el presbiterio y coro alto.
La casa patronal esta construída en adobe, madera y teja de arcilla, característica de la «casa chilena», su planta es de un piso, estructurada en base a corredores y patios que se suceden unos a otros ornamentados con parrones, árboles y flores elementos propios del campo chileno. En este entorno el museo resguarda un sin fin de reliquias y testimonios valiosos de nuestra historia, como la «Reja de los Hermanos Carrera» forjada en hierro, donde estuvo prisionero el héroe nacional don José Miguel Carrera. También es importante mencionar la Campana de la iglesia de la Compañia de Jesús, ubicada en el patio principal, testimonio del incendio ocurrido en 1863, cuando perecieron más de 2.000 personas al interior del templo que se ubicaba en Santiago en lo que es actualmente el edificio del ex Congreso Nacional de Chile.
Uno de los sellos especiales con la que se conoce al Huique es el «Bonete Huicano», un sombrero de copa en punta con ala ancha, confeccionado en lana de oveja prensada, bordado a mano con escenas del campo y flores de vivos colores, que representó un distintivo entre sus capataces.
El nombre según el autor Manuel Peña Muñoz en su artículo «El Huique una hacienda con historia» para la desaparecida Revista Mapocho el origen del nombre estaría dado por un pájaro que se observaba en la zona. «Alguien me puso «El Huique» porque entre mi arboleda, revoloteaba un pájaro nativo con ese nombre y que hoy, junto con el huemul. el pudú, el lince o el choroy, parece encontrarse menos…¡El Huique! ¡El Huique!…Así cantaba el pájaro entre las ramas de los boldos centenarios…
Este importante conjunto arquitectónico declarado Monumento Histórico Nacional en 1971, se encuentra en el centro del área declarada «zona típica» en 1996. es el único museo histórico costumbrista y agrícola en su categoría, conservado completamente original. Se encuentra ubicado en la VI Región de Chile, Provincia de Colchagua a 56 kilometros hacia el poniente de la ciudad de San Fernando, muy cerca de Santa Cruz y a 200 kilómetros de la capital Santiago.
A los que se acerquen por la carretera de la fruta, pasando por la comuna de Pichidegua podrán visitar las «Ruedas o Azudas de Larmahue», vistosas ruedas de madera utilizadas para extraer agua del canal y regar los campos (también Monumento Histórico Nacional). Si quiere saber más sobre éstas, revisa el artículo que escribimos aquí.