lunes 21 junio, 2010
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Discurso inauguración del mundial de fútbol chile 1962

Discurso inauguración del mundial de fútbol chile 1962


Para Chile haber realizado un mundial más que un honor fue una hazaña considerando su infraestructura, su potencial económico y su aislamiento geográfico. Pero como dice el mito en palabras de Carlos Dittborn (uno de sus artífices) «…Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo», recordemos el discurso inaugural pronunciado por el entonces Presidente de la República Don Jorge Alessandri Rodriguez.


Señores:

En nombre del gobierno y del pueblo de Chile me complace dar la más cordial bienvenida a todas las delegaciones extrajeras que han llegado hasta nuestro país a participar en este significativo acontecimiento que es el Campeonato Mundial de Fútbol.

La creciente difusión y la enorme importancia que las actividades del deporte han adquirido en la vida de los pueblos, otorgan especial trascendencia a estos torneos. Concitan ellos el fervor de las masas y constituyen un valioso instrumento de solidaridad y acercamiento entre las naciones.

No es Chile una potencia de nota en el concierto deportivo mundial, pero su pueblo sí que es un entusiasta cultor de las diversas manifestaciones de la educación física  y su público admira la destresa y la habilidad de aquéllos que destacan en la práctica de estas actividades.

Es posible, señores, que no disponga nuestro país de todas las comodidades y adelantos que otros puedieran ofrecer. Es probable que subsistan algunas insuficiencias que no hayamos podido superar, pese a nuestros esfuerzos. Pero, lo que yo os puedo asegurar y de ello podéis estar ciertos, es que en este rincón alejado del mundo existe para todos un sincero reconocimiento por habernos distinguido con la designación de país sede  de este campeonato y en especial una expresión de afectuosa amistad hacia quienes están entre nosotros para intervenir y presenciar este importante acontecimiento deportivo.

Reciban todos el más cordial saludo del pueblo de Chile. También el deseo fervoroso de que el éxito acompañe el esfuerzo de los participantes. Y que el triunfo definitivo premie a aquellos que lo merezcan por sus aptitudes morales y físicas.

Declaro inaugurado el Campeonato Mundial de Fútbol de 1962.

Autor/Fuente
MiDulcePatria
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