CHEMAMÜLL, gente de madera
La gente de madera corresponden a estatuas de madera que eran colocadas sobre las tumbas en los antiguos cementerios mapuches. Reflejan el espíritu (am) de quienes eran enterrados allí para iniciar su viaje al más allá.
Hasta las primeras décadas del siglo XX, los Mapuches del sur de Chile utilizaron los chemamull, como uno de los componentes esenciales de los ritos realizados durante el kurikawin o velorio de sus muertos. Primero, la estatua de madera se colocaba junto al difunto, mientras un larga lista de parientes y personalidades pronunciaban discursos alabando al muerto y recordando sus mayores logros. En la etapa final de la ceremonia, el chemamüll era erigido junto a la tumba para señalar el lugar donde permanecería el cuerpo.
En la cultura tradicional mapuche, estos ritos eran necesarios ya que la muerte se concebía como un poderoso elemento de equilibrio entre las fuerzas que controlan el universo. De esta manera un rito mortuorio desarrollado según la tradición o admapu, garantizaba que el espíritu del difunto, luego de vagar un tiempo entre los vivos en forma de Am, realizara su viaje hacia el Nag Mapu, incorporándose a los espíritus de los antepasados que velan por sus parientes vivos. No obstante, si los deudos descuidaban estos ritos, era muy probable que el Am fuera capturado por algún brujo y convertido en un espíritu maligno.