¿La primera locomotora en Chile?
En la segunda mitad de la década de 1840, arribó a Chile una locomotora a vapor producida por la empresa Robert Stephenson y Co., cuya fábrica se ubicaba en la ciudad de Newcastle-upon-Tyne en el norte de Inglaterra. Esa máquina se presenta en la ilustración que acompaña el artículo.
Esa locomotora fue construida para correr sobre vías de una trocha de 8¼” (21 cms) y es representativa, en menor escala, de las locomotoras inglesas de tipo Patentee, populares a la mitad de la década anterior. Tiene la disposición de ruedas 2-2-2, posee un solo par de ruedas motrices, y carece de una articulación los ejes delantero o trasero. La máquina parece haber sido una muestra para pruebas de la empresa Stephenson, construida inicialmente alrededor de 1835, pero incorporando con posterioridad algunas actualizaciones.
En su ténder, la máquina lleva una interpretación del escudo nacional de Chile. Durante su estadía en el país, parece haber sido utilizada de una manera bastante intensiva, y haber sufrido más de un choque. Es la conclusión preliminar de una investigación llevada a cabo por los señores Michael Bailey y Paul Waters, ambos expertos ingleses en la historia temprana de los ferrocarriles, y el autor de la presente nota, que la locomotora habría sido traída a Chile, como muestra, por el ingeniero británico Charles Taylor, que fue contratado por el señor John Mouat para elaborar los primeros planes de un ferrocarril entre Caldera y Copiapó, la concesión para construcción del cual había sido otorgada a Mouat en 1848.
(Mouat era un relojero/ingeniero, nacido en Escocia y residente de Valparaíso, que no logró reunir la capital necesaria para construir ese ferrocarril, el que fue completado, a fines de 1851, a cargo del estadounidense William Wheelwright.)
Otra posibilidad, sugerida por Michael Bailey, es que la máquina hubiera sido enviada a Chile por el señor Edward Woods, también inglés, ingeniero consultor del Gobierno de Chile en materia ferroviaria.
En Chile, hacia fines del decenio de 1840, muy pocas personas habían visto en operación una locomotora, y es bastante posible que, antes de la llegada al país de la máquina, ni siquiera Mouat hubiera conocido una. La maqueta habría sido ocupada en presentaciones para potenciales inversores en el ferrocarril que promovía Mouat, y para comprobar la factibilidad del transporte ferroviario a las autoridades gubernamentales. Una vez terminadas las presentaciones, habría sido devuelta a Inglaterra, y probablemente nunca más saliera de su país natal, puesto que, al llegar a 1850, sus características técnicas ya eran bastante primitivas, lo que la convirtió en una máquina inadecuada para demostraciones técnicas en años posteriores.
La locomotora sigue existiendo, y hasta el año pasado fue exhibida en el museo British Engineerium, de la localidad de Hove, en las cercanías de la ciudad balnearia de Brighton, ubicada a unos 80 kms al sur de Londres. El museo se cerró, por no contar con una fuente de financiamiento suficiente para su buen mantenimiento. Las piezas se ofrecieron en remate, através de la casa de martilleros Bonhams, pero luego se prefirió vender la colección del museo de una manera integral, aceptándose la oferta sometida por el señor Mike Holland, empresario y residente local. Se había advertido a empresarios chilenos del remate, pero, antes de que pudieran tomar acciones al respecto, la colección fue vendida al señor Holland.